-Promotor: Privado.
-Proyecto: María Fernández Fernández
-Categoría: Local comercial.
-Fotografía: Irrazabal |studio| (irrazabal.net)
No contaba con mucho. Un local pequeño, pero con cierta altura, todo pintado de añil y un presupuesto tendiente a cero. El uso al que se iba a destinar era el de despacho de golosinas y un espacio para elaboración de bocadillos y bollería.
Lógica aplastante: dos usos separados por un único tabique, que además debía servir como mostrador. Me rondaba todo el tiempo que ese tabique tuviera textura, algo de gracia, no solo una pared. Además quería potenciar la verticalidad, la altura del espacio. Pensé en una chapa plegada, pero me daban un poco de miedo las aristas con niños rondando por ahí, así que redondeé los pliegues y pensé que podría resolver con placas onduladas plásticas, como las que se usan en las cubiertas.
Así, las planchas onduladas lacadas en blanco con unas letras corpóreas en amarillo, han sido los dos únicos materiales utilizados tanto en el interior como revestimiento, como en el rótulo de fachada. El resultado, un espacio claro, divertido.

Planta distribución Antes/ Después.